El término craving (en inglés, antojo) se emplea para definir cuando un adicto siente deseos irresistibles de consumir. Si el consumo no se produce, el adicto sufre tanto a nivel físico como mental. El grave problema del craving es que muchas veces lleva a la recaída, pero no en todas. Si se reconoce y se actúa a tiempo, puede superarse y servir como un refuerzo positivo.
Normalmente, el craving aparece poco después de dejar de consumir la sustancia, cuando empieza el periodo de abstinencia, aunque puede surgir más adelante. De hecho, el síndrome de abstinencia tiene una duración más corta en el tiempo que el craving.
Como norma general, aunque varía en función del paciente, la sustancia y el uso de la misma, el síndrome de abstinencia se presenta normalmente entre un día y dos después de la última dosis y termina al cabo de tres o cuatro semanas. En cambio, el craving puede continuar dormido para aparecer mucho tiempo después.
¿Por qué aparece el craving?
El craving puede aparecer por distintos motivos: estado emocional, recuerdos, estímulos del entorno, abstinencia, estrés, etc. Hay tres escenarios posibles:
Condicionamiento estimular
El consumo de sustancias suele realizarse en ciertos lugares, situaciones y ciertas personas. Esto proporciona un estímulo al adicto, que si no ha realizado una correcta preparación, al volver a verse inmerso en dichas experiencias, sufrirá una fuerte necesidad de volver a consumir. Los recuerdos de consumo se idealizan y los aspectos negativos que empujaron a dejar la sustancia se obvian.
Por eso, al principio de un tratamiento, es importante hacer una pausa en la vida, a todos los niveles, y evitar situaciones peligrosas. Eso no significa que más adelante, por ejemplo, no se pueda volver a ir a una discoteca o a una barbacoa, sino que hay que adquirir las herramientas y el conocimiento para hacerlo sin que eso suponga un problema.
Síndrome de abstinencia
Cortar de golpe una adicción no es sencillo. El adicto se ha adecuado al uso de una sustancia. Cuando se corta el grifo, el cuerpo y el cerebro reclama la sustancia, causando malestar, irritación o agresividad, entre otras sensaciones. Esto puede llevar al adicto a volver a consumir, para acallar el malestar de la abstinencia.
Búsqueda de placer o evasión
Cada adicto tiene sus propias razones para consumir. Y, aunque no se pueda generalizar, muchas personas empiezan a consumir para propiciar sensaciones placenteras o para evadirse. El craving puede aparecer en situaciones de estrés alto, de aburrimiento o de sufrimiento, retorciendo la mente del adicto, prometiéndole que si consume todo pasará.
Cada craving superado, te aleja del siguiente
Si estás dejando cualquier adicción, el craving puede aparecer, pero eso no significa que el tratamiento no funcione y que no estés haciendo un buen trabajo. Después de tantos años consumiendo, es lo más normal. Nada se cura en dos días.
Incluso la mente es tan poderosa que el paciente puede hasta experimentar los mismos efectos de las sustancias sin haberlas consumido. Por ejemplo, sentir el sabor de la cocaína en la garganta, taquicardia, euforia o tener la conocida como resaca seca.
Durante el proceso terapéutico, se van identificando las causas de la adicción y se aprenden herramientas para afrontar las ansias de consumo. Reconocerlas y exponerlas es un gran paso hacia la recuperación. De hecho, exteriorizar esas ganas ya lo debilita de por sí. Cada craving superado, está más cerca de terminar con el último. Nada dura para siempre. En nuestro centro de tratamiento adicciones en Madrid podemos ayudarte.